Moraleja de la Vaca Flaca

Les voy a contar una historia viejísima, ya saben que uno mis hobbies es contar cuentos con moraleja, y me vino a la memoria el cuento de “La Vaca…”. En realidad la historia original no la tengo, pero se las voy a recrear de la mejor manera posible y al final les dejaré algunas reflexiones de mi propia cosecha: Vamos al grano.
Cuenta la historia que un viejo monje un día le dijo a su discípulo “-Vamos a hacer un viaje por el Tibet…” y emprendieron un largo y penoso viaje por las montañas hasta que al caer la tarde llegaron a una pequeña aldea que tenía una casa muy vieja donde vivía una familia numerosa, todos muy humildes y pobres, vestidos en harapos, flacos y mal alimentados, olía a hambre y miseria.
Los viajeros pidieron pasar la noche allí y la familia les brindó su toda su hospitalidad. Cuando estaban cenando el Maestro preguntó al padre de familia de qué vivían y el padre les contó que tenían una vaca que les daba leche y con eso se alimentaban, hacían mantequillas, panecillos y así sobrevivían.
En la noche, cuando fueron al granero para dormir vieron con asombro una vaca flaca, escuálida, mal alimentada que era el único sostén de la familia de esa aldea. El maestro dijo a su discípulo que tomara la vaca y la tirara por el barranco. El discípulo dijo:
-¿Pero cómo vamos a hacer eso maestro?, es lo único que tienen para vivir.
y el maestro le dijo:
-Has como te mando…” -y el discípulo obedeció, llevó la vaca al barranco y la empujó.
Por la mañana antes de que todos despertaran partieron de la aldea.
Años después, ya muerto el maestro, y el discípulo convertido en monje ahorró para comprarle una vaca a la familia que les dio albergue y así pagar de alguna forma el daño que el maestro había hecho. Cuando volvió a la aldea, encontró la vieja casa abandonada, en ruinas, totalmente destruida por los años y pensó en la injusticia que habían cometido. Se arrimó a una hermosa granja construida frente a esta, donde había plantaciones, maquinaria agrícola, animales de corral y le preguntó a un anciano por la familia de la casa abandonada y el anciano le respondió:
-Allí enfrente vivíamos nosotros cuando éramos pobres.
Sorprendido el monje preguntó
-¿Pero qué pasó entonces? ¿Ganaron la lotería?.
-No, le dijo el anciano, sucede que hace muchos años vivíamos de una vaca, pero un día cayó al barranco, y para no morirnos de hambre vendimos su carne y la cambiamos por huevos, y vendimos los huevos y compramos herramientas y semillas con eso cultivamos la tierra y vendimos nuestro producto, y compramos animales, y pudimos seguir cultivando y progresamos con nuestro esfuerzo poco a poco hasta tener esta granja…
MORALEJA: La necesidad despierta el ingenio. Pero no creas que la necesidad sea igual a la miseria, de ningún modo. La necesidad es ese estado de equilibrio que requiere un sacudón para darnos cuenta que podemos hacer más, que debemos cambiar. Siempre en la vida creemos que hemos alcanzado la felicidad porque estamos cómodos o tenemos éxito y es ahí cuando nos estancamos. “Ese estado de comodidad es Tu Vaca”. Tira tu vaca al barranco y vuelve a levantare y alcanzarás más bienestar, porque si crees que ya llegaste a la cima te habrás estancado allí para siempre. Piensa que cada etapa en tu vida son sólo escalones, disfrútalas, pero no olvides tirar la vaca de vez en cuando o te habrás paralizado en tu oscura e insuficiente mediocridad.