Te hago una
propuesta: Intenta sostener un fósforo en tu mano un instante y fíjate cuánto
pesa. Ahora tenlo allí durante diez minutos y verás que ya es incómodo
sostenerlo, fíjate si puedes hacerlo durante una hora y verás que de verdad
pesa mucho, y ni te cuento si lo sostienes allí durante un día. Tendrás
calambres en el brazo y todo el cuerpo por el peso de ese pequeño fósforo.
Bueno así son tus preocupaciones. Un pequeño problema es como ese fósforo, si los tienes todo el día en tu cabeza, te estará machacando el cerebro y llegará el momento en que te abrumarán de tal modo que no podrás sostenerlo.
El cerebro
humano tiene una función que es capaz de focalizar. Si por ejemplo vas a tener
un hijo, de repente empiezas a ver en todos lados gente con niños, con un
changuito, te llama la atención los juguetes, ves chicos jugando en la calle,
etc., siempre han estado ahí, pero de repente el foco de tu atención empieza a
verlos.
Así es como
sostienes tus problemas en tu cabeza. Hazte un favor, tienes que desconectarte
de tus problemas, no puedes tener el fósforo todo el día porque… ¡Se hará más
pesado que un yunke!
Saludos.